Consell y municipios movilizan taxis y buses regulares para evitar el caos en la terminal.
LAURA FERRER ARAMBARRI SANT JOSEP Para evitar que cientos de turistas quedaran atrapados en el aeropuerto de Ibiza, el presidente del Consell, Vicent Serra, y los ayuntamientos de la isla acordaron ayer permitir a todos los taxistas de la isla operar en el aeropuerto y ordenaron incrementar la frecuencia de autobuses regulares de las líneas que cubren el trayecto. «Hemos llamado a todas las patronales del taxi para que aumenten las frecuencias al aeropuerto y acudan también a las paradas de bus. Además, hemos hablado con las empresas que se ocupan de las líneas regulares para que aumenten las frecuencias», subrayó. El Consell también se puso en contacto con la Federación Hotelera para que dirigieran a sus clientes a las paradas del transporte público. Los informadores turísticos del Consell recibieron orden de dejar el punto de información y transitar por el aeropuerto para aclarar las dudas y atender a los turistas.
Serra, que acudió al aeropuerto a las 9.30 horas, cuando la huelga parecía inevitable y todavía no había acuerdo, calificó la situación de «muy preocupante». «La huelga ya está teniendo repercusiones porque la noticia está llegando a medios nacionales y de toda Europa. Es una imagen que Ibiza no se puede permitir en una situación de crisis como al actual, además en los días de máxima afluencia de turistas de toda la historia de Ibiza». Lamentó que solo se estén incumpliendo los servicios mínimos en Ibiza, mientra que sí se respetan en Mallorca y en Menorca.
Serra protagonizó varios intentos de mediar entre las partes – «las posiciones están más cercanas de lo que parece», dijo– junto con la directora insular de la Administración del Estado en las Pitiusas, Sofía Hernanz.
La directora insular remarcó que desde primera hora de la mañana, y salvo el incidente que se registró de madrugada, la situación era de total tranquilidad en el aeropuerto de Ibiza. «Están garantizados el orden público, la seguridad, el derecho al trabajo para que cualquier conductor que quiera venir a trabajar pueda hacerlo en condiciones de seguridad», subrayó. Recordó que hay «un gran despliegue de medidas de seguridad y de efectivos de la Guardia Civil y va a seguir habiéndolo». Herranz no pudo precisar cuántos efectivos de la Guardia Civil se habían desplazado al aeropuerto: «Vamos variando el número en función de las necesidades. En todo caso son suficientes para garantizar la seguridad de los trabajadores que quieran trabajar», concluyó. Hernanz también acudió al aeropuerto «para transmitir a empresas y trabajadores la necesidad de llegar a un acuerdo para el bien de la isla». También acudieron Mariano Juan, Alex Minchiotti, Carmen Ferrer, Pepa Costa y Josep Marí Ribas Agustinet.
Los enfrentamientos
«Si le falta el pan a mis hijos a ti también»
Durante la noche y la mañana de ayer los conductores en huelga increparon verbalmente a los conductores de autobuses que se acercaron a recoger clientes. Un empleado de Cosmacar, protegido por doce guardias civiles, fue recibido con gritos de «como le falte el pan a mis hijos te faltará a ti también» y «fuera, fuera». Los sindicalistas lamentaron que solo haya presencia de agentes en estos casos y no para controlar a los taxis ´pirata´, que dicen son cada vez más numerosos. También criticaron que los agentes permitieran subir a turistas en autobuses fuera del aeropuerto cuando está prohibido por cuestiones de seguridad.
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