BARCELONA
Eduard Ràmia, gerente del Instituto Metropolitano del Taxi (IMT), rellenará hoy el expediente que mañana presentará en el pleno del Área Metropolitana de Barcelona (AMB). En ese sesudo documento explicará que el sector ha elegido realizar turnos de mañana y tarde, licencias pares e impares, para reducir la flota de 8.000 taxis que a diario circulan por la capital y las ciudades de su entorno. Se aprobará, pero cuando se levante la reunión se abrirá la preceptiva exposición pública de la medida, 30 días en los que la Administración sabe, teme y espera recibir multitud de alegaciones que podrían acabar modificando sustancialmente la propuesta inicial.
Parada de taxis de la estación de Sants, el pasado enero. DANNY CAMINAL
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Información publicada en lapágina 38 de la sección de cv Gran Barcelona de la edición impresa del día 05 de marzo de 2012VER ARCHIVO (.PDF)
Eduard Freixedes, presidente del IMT y concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, planteó a las organizaciones del gremio la posibilidad de modular el plan antes de ratificarlo. «Eso, sin embargo, -explica el edil- hubiera significado alterar el resultado de la votación celebrada el pasado 22 de febrero, algo que los taxistas no hubieran entendido». También es una manera de dejar claro que los nuevos jefes del sector van en serio, que no van a permitir que las peleas internas impidan ver el bosque.
Al parecer, según indica Freixedes, no solo los empresarios se han posicionado contra los turnos, alegando que tendrán que echar a buena parte de sus conductores asalariados. También muchos autónomos han llamado al IMT para compartir un problema personal que les hace muy difícil adaptarse al férreo horario que marca la opción más votada: trabajar de seis de la mañana a tres de la tarde o de una del mediodía a diez de la noche, con el resto de la jornada libre para todos.
DEMANDA JUDICIAL / El principal obstáculo puede ser una demanda judicial, como la que hace algunos meses ya logró anular la limitación de conductores asalariados. Los empresarios, de hecho, han anunciado que llevarán los turnos ante el juez si no se les deja al margen de cualquier regulación del tiempo de trabajo. «Lo peor que nos puede pasar es que en mayo se ponga en marcha una iniciativa que la mayoría rechace, así que esperamos que el periodo consultivo sea especialmente productivo. Trabajaremos para que esté listo en mayo, pero si el número de alegaciones es muy alto, podríamos irnos a junio», augura Freixedes.
En esas fechas, el gremio habrá dado otro paso adelante con la elección, el próximo 24 de mayo, de sus verdaderos representantes. Será después de 12 años en los que casi no ha corrido el aire y en los que este colectivo de profesionales ha vivido estancado hasta que la crisis y un nuevo ciclo les ha desperezado.
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