Compromiso y Experiencia

Compromiso y Experiencia

domingo, 18 de mayo de 2014

Coto al taxista ilegal, y al que recibe "propinas" de prostíbulos, hoteles y restaurantes



ANNA CABEZA / BARCELONADía 18/05/2014 - 11.14h

Los taxistas de Barcelona llevarán de manera obligatoria y visible un carnet con su información personal, como ya sucede en Madrid o Nueva York

Identificados como los médicos cuando ejercen su profesión. Los taxistas del Área Metropolitana de Barcelona deberán circular conun carnet visible con su nombre y fotografía, en una medida que pretende mejorar la calidad del servicio y al mismo tiempo detectar mejor el intrusismo que tanto afecta al sector. Esta identificación, que algunas compañías taxistas ya llevan de manera voluntaria, pasará a ser obligatoria, como ya lo es en Madrid o Nueva York. El Instituto Metropolitano del Taxi (IMET) está ultimando los detalles del documento y espera ponerlo en marcha el próximo septiembre.El carnet, que irá en el cristal frontal del vehículo y que se verá tanto desde dentro como desde fuera del vehículo, incluirá fotografía, número de la licencia, nombre del conductor y si éste es el titular de la licencia o un asalariado. «Queremos que cliente y taxista estén absolutamente tranquilos con la legalidad del servicio», destaca el gerente del IMET, Eduard Ràmia.El mayor control al conductor es una de las peticiones más reiteradas por el sector, duramente castigado por un «boom» chóferes que realizan los trayectos con vehículos privados y de manera ilegal. Otro buen ejemplo de ello es la reciente polémica con la aplicación móvil «Uber» que ofrece conductores privados,que empezó a funcionar en Barcelona y ha acabado expedientada por la Generalitat.«El intrusismo es nuestro cáncer», apunta José María Sánchez, responsable del Sindicato del Taxi de Cataluña (STAC) en Barcelona, que destaca que el reglamento para regular a las emisoras, cuyo anteproyecto ya está hecho, será de gran utilidad. Añade, además, que la Ley de Seguridad Vial incluirá en breve un nuevo artículo que permitirá la inmovilización de un vehículo que haga de taxi sin tener la autorización pertinente.Hasta entonces, las inspecciones son el único control efectivo para parar todas las prácticas ilegales en el sector. Se realizan desde el IMET y también con dispositivos especiales de la Guardia Urbana de Barcelona o los Mossos d’Esquadra en puntos conflictivos, como las cocheras del aeropuerto de El Prat o de la estación de Sants.

«Propinas» de prostíbulos

Además de los taxistas ilegales, los controles buscan también irregularidades que hacen los 10.500 vehículos oficiales, sobre todo con cobros abusivos a los clientes o «extras» que se llevan los propios conductores, o sus emisoras, por cubrir servicios para determinados hoteles o por llevar a los clientes a locales concretos.La semana pasada, por ejemplo, con el «boom» de clientes extranjeros a raíz del Gran Premio de Fórmula 1, algunos taxistas llegaron a embolsarse hasta 50 euros por cliente que llevaban a prostíbulos cerca de Francesc Macià, en Barcelona, y los beneficiados cuentan que en épocas de bonanza estos locales llegaban a darlos incluso el doble de dinero. Además, este tipo de clientes, que se suelen encontrar en plena madrugada en zonas de ocio como el Puerto Olímpico, pactan precios —incluso de 100 euros por trayecto— solo subir al taxi. Los taxistas también pellizcan «extras» si llevan a turistas a determinados restaurantes.Dentro del sector llaman «propinas» a estos «favores» pagados. En otros casos las irregularidades no tienen otro nombre que el engaño, por ejemplo con rutas más largas de lo previsto, propuestas para ir a locales que acaban siendo casi coacciones o con el pago de suplementos que no les corresponden—práctica que se conoce como «tocar el piano» en referencia a las teclas que se aprietan—.Ràmia incide en que tendrán mano dura con estas prácticas y que respecto a los negocios ilegales con emisoras y hoteles tanto el IMET como el Gremio de Hoteleros y Turismo de Barcelona tienen la voluntad de solventar la problemática e «ideas en mente, que llegarán antes o después pero que seguro que rebajarán estas conductas que no son tolerables en Barcelona».

Sanciones de hasta 1.250 euros

Los taxistas de Barcelona se exponen a sanciones de entre 250 euros y hasta 1.250 euros. Entre enero y abril, la Guardia Urbana de Barcelona ha impuesto 445 denuncias a taxistas, sobre todo por coger pasaje a menos de 50 metros de una parada. La conducción bajo los efectos del alcohol o las drogas o los cobros abusivos, por ejemplo, se castigan con la multa máxima, así como conducir sin la autorización. Desde el IMET comentan que en algún caso han llegado a devolver el «extra» cobrado (por ejemplo de unos 12 euros) a clientes que lo han denunciado. Además, las irregularidades pueden terminar con la retirada de las credenciales para conducir un taxi, casos que son excepcionales pero que de vez en cuando se dan.

Piden rutas con precio fijado

Entre las medidas para mejorar el sector, el STAC propondrá este martes en una reunión con las administraciones introducir rutas fijas con un precio establecido, un sistema que funciona en algunas capitales como París, donde el viaje entre aeropuerto y centro de la ciudad cuesta 50 euros. Así, los taxistas proponen de inicio un trayecto puerto-aeropuerto por entre 35 y 40 euros, que desearían aplicar antes de este verano. «Es una ruta muy solicitada y promocionar un precio fijo nos daría transparencia a nosotros y también sería una oportunidad para muchos usuarios», asegura Sánchez. Otro trayecto que también ven factible sería el que uniría Barcelona con Montmeló.

No hay comentarios: